...and these superficial sighs

4/12/10

¡Auxilio!

   Hubo dos momentos en el día de hoy, en que casi pronuncio el grito desesperado:

   1. Cuando quise comprar un paquete de maní chico (y encima Pehuamar, que suele tener snacks más baratos que los de Pepsico) y el kiosquero me dijo que costaba NUEVE PESOS. NUEVE. Obviamente, no acompañé con nada la latita de cerveza que me había comprado...

   2. Cuando, desde un cyber (el mismo desde el cual escribo ahora) inicié sesión en el Live Messenger. Resulta que Mr. Live me empezó a bombardear noticias de contactos que ni siquiera tengo en mi nueva cuenta: Mengana está haciendo el bolso para irse de viaje, Fulano está comiendo maní (¡y yo que no puedo acceder a él, snif! al maní digo, aunque a Fulano seguro que tampoco), Sultano se está rascando el orto, Pepita y Rigoberto son ahora amigos... ¡Y QUÉ ME IMPORTA! Cuando entro al Facebook, ya sé que me voy a enterar de todo eso, pero que Mr. Live también sea botón, eso sí que no lo trago.

   Y bueh.

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