...and these superficial sighs

10/1/11

Llueve y lloverá una flor y otra flor celeste...

...del jacarandá.

Un sentido adiós a M. E. Walsh, adorable tejedora de canciones y cuentos de infancia. Un adiós que es un hasta luego, porque siempre estará presente. El día que tenga hijos, les voy a cantar:


LA CANCIÓN DEL JARDINERO

Mírenme, soy feliz
entre las hojas que cantan
cuando atraviesa el jardín
el viento en monopatín

Cuando voy a dormir
cierro los ojos y sueño
con el olor de un país
florecido para mí

Yo no soy un bailarín
porque me gusta quedarme
quieto en la tierra y sentir
que mis pies tienen raíz

Una vez estudié
en un librito de yuyo
cosas que sólo yo sé
y que nunca olvidaré

Aprendí que una nuez
es arrugada y viejita,
pero que puede ofrecer
mucha, mucha, mucha miel

Del jardín soy duende fiel,
cuando una flor está triste
la pintó con un pincel
y le toco el cascabel

Soy guardián y doctor
de una pandilla de flores
que juegan al dominó
y después les da la tos

Por aquí anda Dios
con regadera de lluvia
o disfrazada de sol
asomando a su balcón

Yo no soy un gran señor,
pero en mi cielo de tierra
cuido el tesoro mejor
mucho, mucho, mucho amor

2 comentarios:

  1. Me dio una pena tremenda cuando supe la noticia, de verdad es como si una amiga de la infancia se fuera.
    Nos quedan muchas canciones si.

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  2. Pocas personas hubo y habrá tan geniales como María Elena.
    Además, todo el amor que nos dio en la infancia (y siempre, porque yo todavía canto la canción del Jardinero, la del Mono Liso, el tranvía, tantas....)

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